sábado, 23 de julio de 2011

OLFATO

El olfato u olfacción es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.
La nariz humana distingue entre más de 10.000 aromas diferentes. El olfato es el sentido más fuerte al nacer.
Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles transportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósfera pequeñas moléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos característicos de células: las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes y reemplazan a las células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal acuoso transporta las moléculas aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras; los cilios transforman las señales químicas de los distintos aromas en respuestas eléctricas.
Las prolongaciones nerviosas de las células olfativas alcanzan el bulbo olfatorio a través de micro-orificios del cráneo; el bulbo es una porción anterior del cerebro, que se ocupa de la percepción de los olores. Estas prolongaciones nerviosas terminan en los glomérulos, pequeñas terminaciones de celulas olfativas de forma esférica donde se procesan las señales aromáticas que luego son conducidas por células receptoras especiales. La información llega primero al sistema límbico y al hipotálamo, regiones cerebrales ontogenéticamente muy antiguas; responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos, tales regiones almacenan también los contenidos de la memoria y regulan la liberación de hormonas. Por este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales. Sólo más tarde parte de la información olorosa alcanza la corteza cerebral y se torna consciente.


Nariz

La Nariz es una protuberancia que forma parte del sistema respiratorio en los vertebrados. Es el órgano del olfato y la entrada del tracto respiratorio. De conformación muy diversa se puede indicar que consta básicamente de dos bolsas, o cavidades, una en el caso de los ciclóstomoss, situadas en la parte anterior de la cabeza y abiertas al exterior por un número de orificios que oscila entre los dos pares por cavidad, en el caso de los peces y uno en los otros vertebrados.[1]
En todos los vertebrados, salvo los ciclóstomos y los peces no crossopterigios, las cavidades nasales se comunican a través del techo de la boca con la faringe y forman las coanas, lo que permite que, además de cumplir la función olfatoria, sirvan como vías respiratorias. En el interior de estas bolsas hay células olfatorias. En los pájaros, la nariz está muy poco desarrollada. En los mamíferos está bien desarrollada, excepto en los marinos y en los primates superiores, y, como en los cocodrilos, existe un conducto nasofaríngeo que lleva el aire por encima del paladar secundario hasta la faringe.[1]
En los seres humanos, la nariz está situada centralmente en la cara, en la mayoría de los otros mamíferos se encuentra en la parte superior del hocico. La forma de la nariz humana está determinada por el hueso etmoides y por el tabique nasal.

Olor

 

El olor es la sensación resultante de la recepción de un estímulo por el sistema sensorial olfativo. El término indica tanto la impresión que se produce en el olfato, como lo que es capaz de producirlo. Es una propiedad intrínseca de la materia. El olor es el objeto de percepción del sentido del olfato.
El olor se genera por una mezcla compleja de gases, vapores y polvo, donde la composición de la mezcla influye en el tipo de olor percibido por el receptor. Aquello que no podemos percibir por el olfato se denomina inodoro. El término fragancia o aroma es usado principalmente por la industria de alimentos o cosméticos para describir un olor placentero, y es comúnmente usada para referirse a perfumes. Los olores corresponden al fenómeno objetivo de los elementos disueltos en el aire, aunque, como en otros sentidos, varios factores psicológicos pueden desempeñar cierto papel en la percepción de los mismos.

Sistema olfativo

El sistema olfativo, o aparato de la olfación, es el sistema sensorial utilizado para detectar los olores. Este sistema es con frecuencia considerado, junto con el sistema gustativo, como los sentidos químico-sensoriales, ya que ambos convierten las señales químicas en percepción.

Función
El sistema olfativo tiene varios propósitos:
  • Crear una representación del olor.
  • Determinar la concentración del Sentido.
  • Distinguir un nuevo olor de entre los olores ambientales en segundo plano.
  • Identificar los olores en diferentes concentraciones.
  • Relacionar el olor con el recuerdo de lo que representa.
Para llevar a cabo estas funciones, el sistema utiliza muchas zonas cerebrales. Las representaciones olorosas pueden estar codificadas en un espacio (un patrón de neuronas activadas en una cierta región cerebral corresponden al olor), tiempo (un patrón de impulsos nerviosos llevados a cabo por múltiples neuronas corresponden al olor) o la combinación de los dos. Los científicos debaten si el código olorífero es principalmente temporal o espacial.
Anatomía
La parte externa del sistema olfatorio, es decir, la nariz, posee un forma triángulo piramidal. En la parte superior, a nivel de las cejas, está el surco nasopalpebral; más abajo, el nasogeniano, hasta llegar a las narinas, donde se encuentra el surco nasolabial, encima del orificio bucal. Su composición es más bien óseocartilaginosa mucosa.

Sistema olfativo. 1: Bulbo olfativo 2: Células mitrales 3: Hueso 4: Epitelio nasal 5: Glomérulos 6: Células receptoras olfativas.
El sistema olfativo en el ser humano está formado por: nariz, fosas nasales, mucosa nasal o pituitaria y cavidades anexas. Además lo componen varias zonas cerebrales. Algunas de las estructuras implicadas en él son:

Constitución

  • Fosas nasales: son la primera porción del aparato respiratorio y son dos, izquierda y derecha. Tienen oforma cuboide, por lo que se le observan seis caras.
  • Techo: formado por la cara posterior de los huesos nasales, caras posterolaterales de la espina nasal del frontal, cara inferior de la lámina cribosa y cara anterior e inferior del cuerpo del esfenoides.
  • Piso: conformado por los palatinos, en su posición horizontal y vertical, y la apófisis palatina del maxilar.
  • Tabique: formado por el vómer, la lámina perpendicular del etmoides y el cartílago del tabique.
  • Pared externa: formado por la cara interna del maxilar, palatino, cornete inferior, ala interna de la apófisis pterigoides del etmoides, unguis. Presenta cornete superior medio inferior, así como los meatos.
  • Cavidades anexas: son los senos paranasales. Son el seno frontal, maxilar, esfenoidal, celdillas etmoidales.
Es irrigado por la arteria esfenopalatina, ramos ascendentes frontales, y sus venas son la facial anterior y la maxilar interna.
El nervio esfenopalatino interno y externo son los que dan sensación a este órgano.


QUÍMICA DE LOS OLORES

El olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un sentido químico, en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfativo ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo. La nariz distingue entre más de 10.000 aromas diferentes. El olfato es el sentido más fuerte al nacer. Así reconoce un bebé a su madre.

Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles trasportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósfera pequeñas moléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos característicos de células: las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes y reemplazan a las células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal acuoso transporta las moléculas aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras; los cilios transforman las señales químicas de los distintos aromas en respuestas eléctricas.

TRANSDUCCIÓN OLFATIVA

         En los cilios comienza la transduccion.

         Las moléculas olorosas se acoplan a las proteínas receptoras.

*Receptores olfativos:

– Aproximadamente 1000 proteínas diferentes

– Cada neurona olfativa sólo genera una proteína

– Distribución “aleatoria” en el epitelio olfativo

– ¡¡Mismos tipos de neuronas olfativas se conectan en el mismo glomérulo!!

– Misma disposición entre distintos sujetos

– ¡¡Podemos detectar 100000 olores!!

Los principios comunes de Transducción sensorial ocurren en neuronas especializadas ó células epiteliales especializadas inervadas por neuronas.

a) Transducción = conversión de un estímulo en un cambio del potencial de membrana.

b) Amplificación de la señal, con bajo nivel de ruido.

c) Adaptación a fuertes, prolongados o repetidos estímulos.

d) Integración de señales.
La Transducción olfatoria depende de la activación de receptores específicos ligados a la proteína G. Para excitar un receptor olfatorio, es preciso que una sustancia sea volátil y capaz de disolverse en la capa de moco que recubre el epitelio olfatorio. Las moléculas receptoras del olfato se localizan en los cilios de las células olfatorias; existen más de 1,000 proteínas de unión a las diferentes fragancias. Cada proteína receptora olfatoria esta acoplada a una proteína G que activa la adenil-ciclasa. Por consiguiente, cuando una molécula odori-vectora se une a una molécula receptora apropiada, aumenta la concentración intracelular de AMP cíclico en las células receptoras. Este aumento de AMP cíclico abre un canal selectivo de cationes, lo que da lugar a la despolarización del receptor olfatorio. Si la despolarización alcanza el umbral para la generación de un potencial de acción, éste se propagara hasta el bulbo olfatorio.

Las células receptoras olfatorias individuales responden a más de una sustancia olorosa, a pesar de que cada célula suele ser excitada de forma óptima por un determinado olor. Por consiguiente, es probable que la información olfatoria esté codificada en el patrón de la información entrante que el cerebro aprende a interpretar.



*Conexiones centrales del Sistema olfatorio

A través de un nervio olfatorio corto las células olfatorias bipolares del epitelio olfatorio mandan sus axones atravesando la lámina cribosa hasta los bulbos olfatorios. Los bulbos olfatorios, que se caracterizan por una organización compleja, se proyectan hasta la corteza olfatoria del mismo lado a través del tracto olfatorio, y hasta la corteza olfatoria contra lateral a través de la comisura anterior. Las fibras del tracto olfatorio lateral también se proyectan hasta el hipotálamo, donde desempeñan un importante papel en el desencadenamiento de la conducta sexual en animales, aunque probablemente no en el ser humano. Las proyecciones olfatorias alcanzan en el hipocampo, la amígdala y otras estructuras del sistema límbico. La información olfatoria alcanza al lóbulo frontal a través del tálamo

Glándulas pituitarias
Los receptores químicos del olfato son:
  • La glándula pituitaria roja: Se ubica en la parte inferior de la fosa nasal y está recubierto por numerosos vasos sanguíneos que calientan el aire.
  1. Células de sostén
  2. Células olfatorias
  3. Células basales
Las células olfatorias son células nerviosas receptoras de estímulos químicos provocados por los vapores. En la pituitaria amarilla se encuentran las glándulas mucosas de Bowman, que libera un líquido que mantiene húmedo y limpio el epitelio olfatorio.
Para estimular éstas es necesario que las sustancias sean volátiles, es decir, han de desprender vapores que puedan penetrar en las fosas nasales, y que sean solubles en agua para que se disuelvan en el moco y lleguen a las células olfatorias. Éstas transmiten un impulso nervioso al bulbo olfatorio y de este a los centros olfatorios de la corteza cerebral, que es donde se aprecia e interpreta la sensación de olor. Se cree que existen 7 tipos de células olfatorias, cada una de las cuales sólo es capaz de detectar un tipo de moléculas, éstas son:
  • Alcanforado: olor a naftalina.
  • Almizclado: olor a almizcle.
  • Floral.
  • Mentolado.
  • Etéreo: olor a fluidos de limpieza en seco.
  • Picante.
  • Pútrido.
En el año 1991 se descubrieron los primeros genes de las proteínas receptoras del olor. Estas moléculas receptoras residen en la membrana de células sensoriales, que retienen un aroma y envían el mensaje correspondiente al cerebro a través de una cadena de reacciones químicas. En 1996 fue caracterizado el primer receptor olfativo humano.

Enfermedades del olfato
  • Hiposmia es la reducción de la capacidad de detectar olores.
  • Anosmia es la pérdida del olfato. Uno de los primeros síntomas en su detección es que las personas que la padecen no sienten el sabor de sus comidas y encuentran toda sustancia insípida (sin sabor), por la conexión que posee el sentido del gusto con el olfato. Suele ocurrir por trastornos químicos y, generalmente, por traumatismos craneales.
  • Sinusitis ocurre cuando la mucosa de los senos paranasales se inflama.
Algunos de sus síntomas son fuertes dolores de cabeza y fluido constante de secreciones purulentas. Usualmente se manifiesta cuando despreocupamos un resfrío.
  • Rinitis afecta a la mucosa nasal y dependiendo de la época, puede ser un síntoma de alergias (si ocurre en primavera, puede revelar alergias al polen o al polvo). Ocasiona estornudos, obstrucción, secreciones nasales y, a veces, falta de olfato.
  • Pólipos son tumores benignos que aparecen en las membranas de las mucosas irritadas, generalmente por resfríos frecuentes. Cuando estos obstruyen la fosa nasal o producen dolor, deben ser extraídos mediante una intervención quirúrgica.
Podemos observar a grandes rasgos tres grupos de daños al olfato: daños químicos, cambios del tejido y los físicos. Los daños químicos se deben a factores exógenos en este caso a productos químicos que pueden producir efectos temporales o permanentes, tal es el caso de respirar vapores corrosivos. Los cambios del tejido se pueden deber a enfermedades, atrofia, etc, es decir, factores endógenos. Los factores físicos incluyen el daño mecánico, (operaciones) y alteraciones en el cerebro por golpes. Los factores que desencadenan una enfermedad en el olfato son principalmente infecciones en los senos paranasales, trastornos hormonales y problemas dentales, además de la exposición a agentes químicos. Existe un concepto interesante llamado fatiga olfativa el cual consiste en que luego de cierto tiempo en la presencia de un tipo de olor dejamos de percibirlo. Es de tomarse en cuenta para evitar accidentes especialmente con el gas que lleva mercaptanos para detectar su presencia. Al cabo de minutos nos acostumbramos a los olores aún cuando sean señal de toxicidad o peligro.

referencias

http://www.buenastareas.com/ensayos/Sentido-Del-Olfato/2137482.html
http://www.profesorenlinea.cl/Ciencias/olfato.htm

1 comentario:

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